Desde CCP condenamos el Mundial de Qatar

Desde CCP condenamos el Mundial de Qatar

A pocos días del inicio del mundial de Qatar, desde la Confederación de Cuadros y Profesionales queremos mostrar nuestro desacuerdo con que democracias solventes como la nuestra se preste a participar en un circo organizado en un país donde se violan sistemáticamente los derechos humanos.

Hace unas semanas, la campeona de escalada iraní, Elnaz Rekabi, se atrevió a competir sin yihab, saltándose las normas de la Federación y desafiando la interpretación radical de la Sharía al régimen musulmán. La suya es una gesta que le puede salir cara, fue detenida por el régimen de Irán a su llegada al país y no sabemos nada de su salud desde entonces. Su gesto contribuyó a dar visibilidad al problema de falta de derechos que sufren sus compatriotas.

Mientras tanto, en Occidente seguimos mirando para otro lado, y prueba de ello es que nuestra máxima preocupación se centra en dónde y cómo poder ver los partidos del Mundial de Fútbol Masculino de Qatar, un evento que se desarrollará del 20 de noviembre al 18 de diciembre.

El Mundial de Fútbol Masculino está envuelto en la polémica desde la designación de Qatar como sede oficial del mismo.

Oficialmente, Qatar es un estado soberano árabe que ocupa una pequeña península al este de la península arábiga, su forma de gobierno es un Emirato soberanista (absolutista) lo que supone que, en la práctica, se comporte como una tiranía en la que no se respetan los derechos humanos más elementales.

Según denuncia Amnistía Internacional, para trabajar en Qatar los inmigrantes (la mayoría) tienen que pagar elevadas comisiones de contratación. Una vez en el destino viven hacinados, con falta de higiene y de seguridad en sus alojamientos, los sueldos esconden falsas promesas y retrasos durante varios meses lo que provoca que los inmigrantes no puedan pagarse la comida o enviar dinero a sus familias, los empleadores confiscan el pasaporte de los trabajadores, con lo que no pueden abandonar las inmediaciones del estadio Jalifa y son amenazados si se quejan de sus condiciones o piden ayuda.

Esto bien es conocido que pasó, pasa y pasará en el país fronterizo de Arabia Saudí.

Así, mientras unos miran la cara festiva de la celebración, vestirán los colores nacionales y entonarán el himno animando a su Selección, otros contemplamos con horror cómo un emirato que no respeta los derechos humanos básicos se convierte en el centro de atención mundial gracias al espectáculo inmoral en el que se ha convertido el fútbol.

A pocos días del inicio de esta vergüenza mundial, desde la Confederación de Cuadros y Profesionales queremos mostrar nuestro desacuerdo con que democracias solventes como la nuestra se preste a participar en un circo organizado en un país donde se mantiene la pena de muerte para el colectivo LGTBI, la flagelación y lapidación es un castigo habitual y existe una flagrante discriminación entre hombres y mujeres, así como entre expatriados y residentes. Un largo suma y sigue en un país donde el Mundial de Fútbol Masculino ya acumula más de 6.500 muertes, donde aún las mujeres necesitan el permiso oficial de su tutor para trámites de todo tipo, desde estudiar a recibir tratamientos médicos, y donde a la relación entre personas del mismo género lo llaman “sodomía” y, en el caso más extremo, puede llevar incluso a la pena de muerte.

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